viernes, 23 de mayo de 2014

RACISMO EN LA RED


El odio virtual crece a través del anonimato y gracias al poder de alcance del Internet


El discurso de índole racista e intolerante se ha instalado tan rápidamente en las redes sociales, que, prácticamente, no hay día que tal o cual comentario tenga connotaciones de odio racial. El último caso es el de dos colegios religiosos que disputaban la final de un partido de fútbol y en el cual, uno de los bandos colgó en facebook frases discriminatorios que hacían alusión al aspecto étnico y social de su rival.             

Cuesta creer que en un país tan multicultural como el Perú, en vías de desarrollo y crecimiento expectante, el cholo, el indio, el chino y el blanco, sigan conviviendo juntos pero no unidos, donde el 90% de la población reconoce la existencia del racismo, aunque, irónicamente, son raros aquellos que se identifican con esta tara.

Y si bien el racismo ha sido visto por la pacata sociedad peruana como un tema tabú. Ahora, debido al facebook y el twitter, viene logrando una inusitada presencia pública, la cual comenzó a verse reflejada en los comicios presidenciales del 2011. A raíz de los resultados electorales, usando el anonimato y la gran posibilidad de llegada en la red, muchos comentarios de marcado acento racista se multiplicaron. Frases como ‘serranos muéranse de frio ahora que Humala ganó’ o ‘Ya no voy al hotel Los delfines, pues allí dejan entrar a cualquier sirviente (en clara alusión al centro de campaña del partido nacionalista)’, fueron tema del momento y mostraron como desde varios sitios web, blogs y comunidades virtuales se diseminaba el odio racial.

Para el reconocido especialista en derechos humanos, Wilfredo Ardito Vega, los comentarios racistas demuestran que el Perú, es efectivamente, una sociedad racista. “Hasta hace pocos años, muchos peruanos sostenían que en nuestro país no habían racismo, sino discriminación por razones económicas. Sin embargo, con motivo de esas últimas elecciones, la proliferación de insultos racistas en Internet llevó a que este problema se aprecie en toda su magnitud. Es evidente, además, que estas expresiones son el síntoma de un problema mayor: los peruanos de rasgos andinos, asiáticos o afrodescendientes siguen siendo percibidos como seres inferiores cuya vida vale muy poco y sus preferencias tanto políticas como ideológicas menos aún”, señala.

Esto nos recuerda, dice el entrevistado, que somos una sociedad en formación, donde los principios básicos, como la igualdad entre los seres humanos, todavía no han sido aceptados, todavía la palabra ‘igual’ es complicada y la noción que tenemos de ella es difícil de aceptar.

Un dato que añade Ardito Vega, quien es, además, profesor de sociología en las universidades Católica y San Marcos, es que en el Perú, al contrario de lo que sucede en otros países, las víctimas de racismo son la mayoría y esa es su principal característica. “Aquí existe un odio racial ejercido por una minoría, pero una minoría que ha interiorizado lo que piensa hacia esa mayoría, que a su vez ejerce esta tara contra ellos mismo”.
 

Invasión en la WEB

Volviendo al tema, no es de desconocimiento que cada día crece más la cantidad de sitios web dedicados a cultivar el odio racial en el mundo, debido al hecho de poseer una red internacional que no tiene límites territoriales. Si bien los primeros se originan en EEUU y Europa, rápidamente han conseguido adeptos en los demás países y en el Perú viene siendo reflejado vía facebook y twitter principalmente.

Para el especialista, es de necesidad social aplicar normas que ayuden a combatir dicho flagelo, pues prácticamente las redes sociales son consideradas una sociedad virtual y donde hay sociedad existe el derecho.

Pese a que la falta de una legislación adecuada permite la proliferación de actos que van en contra de las reglas establecidas y que deberían ser aplicables para los usuarios de la red, su implementación se torna difícil cuando se debe extirpar el tumor del racismo del cuerpo del Internet, sin dañar los órganos vitales de la libertad de expresión. “Debe existir un equilibrio pues siempre aparece el riesgo de la amenaza a las libertades”, precisa.

Una solución sería adoptar dispositivos legales coherentes con los organismos internacionales de derechos humanos para contrarrestar la incitación al odio y a la violencia racial que se da a través de las nuevas tecnologías, además de una cooperación jurídica internacional para identificar y aplicar las prácticas adecuadas en la lucha contra la diseminación del racismo. No obstante, hasta el momento, muy poco se ha hecho.

 
Una luz de esperanza

Para defenestrar al racismo de nuestra sociedad debe existir cosas concretas, exige Ardito. Y una de ellas es la aprobación del artículo 130 del Código Penal en lo referido a la injuria, señalando como agravante ofender a una persona por criterios raciales o por su identidad étnica. La sanción sería de 120 días de servicios comunitarios y se aplica a todas las injurias raciales, no solo a las dirigidas a los afroperuanos o andinos.

Y si bien desde octubre del año pasado la discriminación a través de Internet puede ser sancionada gracias al artículo 323 de la Ley de Delitos Informáticos, la oficina de Ciudadanía Intercultural del Ministerio de Cultura a través de la página www.alertacontraelracismo.pe aún no ha recibido ninguna denuncia de discriminación por racismo en redes sociales, lo que originaría un demanda judicial para el infractor.

 
No obstante, esto ya es un primer paso para eliminar la lacra del racismo en la sociedad, pero este debe ser un proceso en el cual todos debemos cambiar, liberarnos de los prejuicios y valorar la autoestima, también es necesaria la intervención del Estado para generar un cambio de mentalidad. Si no se logra esto, tendremos un desarrollo incompleto, no se puede permitir un crecimiento económico y sostenible, cuando no existe una sociedad que pueda tener una mejor relación entre ciudadanos.

 
Foto 1. Página de Facebook de los denominados "Furia Santa SM" con adjetivos racista en contra de los alumnos del colegio Salesiano.
 
 
 
Foto 2. Wilfredo Ardito Vega, especialista en derechos humanos y profesor de sociología en las universidades Católica y San Marcos.