jueves, 11 de agosto de 2016

‘NI UNA MENOS PERÚ’: QUE NO SE CONVIERTA EN UN CIRCO FARANDULERO


Pienso ir a esta gran movilización en rechazo a la violencia contra la mujer acompañando a mi esposa e hija, pienso ir en defensa de aquellas mujeres de la costa, sierra y selva que se sienten burladas por un Poder Judicial inactivo y corrupto, por aquellas que buscan justicia donde no la hay, por aquellas que no encuentran un real respaldo y protección sea del Gobierno o de sus propias familias, por aquellas que callan al saberse solas y sin apoyo de nadie, por aquellas que al ser humildes y de escasos recursos tienen miedo de denunciar a sus cobardes agresores sabiendo que no serán escuchadas en un país retrograda y machista.

Pienso ir también por aquellas que tienen los pantalones y ovarios para salir adelante por si solas, por aquellas que cargan uno, dos o tres hijos, y que miran con optimismo su futuro, por aquellas independientes y con voz de mando que no se amilanan ante las pocas posibilidades de surgir, por aquellas que dejan en alto el nombre del Perú, por aquellas que se han sacado la mugre para lograr un reconocimiento que las iguale con sus pares hombres, por las abuelas, madres, hermanas, tías que nos cuidan y protegen así tengamos más de 30 años, por mi esposa y mi hija.

Sin embargo, las dudas me asaltan cuando veo que esta manifestación podría verse empañada por tanta farandulera que a días del evento empieza a salir en cuanto podrido programa de espectáculo, señalando que también han sido agredidas por sus parejitas, también mediáticas, que curioso que ad portas de esta loable marcha las Kume, las Baigorria, las Klug y demás suertudas de pantalla se victimicen sosteniendo que fueron agredidas por los mismos patanes que hasta hace unas semanas eran sus príncipes azules y orondas se paseaban de set en set prodigándose amor. Pues teniendo los medios necesarios y la gran cantidad de prensa basura que atraen, pudieron cortar con estos patanes de anabólicos a la primera agresión que sufrieran. Las lágrimas y quejas de estás guerreras y combatientes me dejan un tufillo a aprovechamiento para seguir facturando, pues eso es lo que le gusta a la gente y de seguro estarán en primera fila con su caritas compungidas y creyéndose las mártires de la caja boba, convirtiendo esta loable marcha en un espectáculo circense.

Por ello, aplaudo la labor de todas aquellas mujeres que se han unido a este movimiento por el simple hecho de buscar justicia, en un país donde se cometen sesenta feminicidios al mes y donde el 40% ha sufrido violencia física o sexual a manos de su pareja, convirtiendo al Perú en el tercer país latinoamericano con mayor cantidad de casos, superado solo por México y Colombia. Hasta el momento son más de 50 mil personas las que han asegurado su presencia en la marcha y la participación de instituciones públicas y privadas también ha sido confirmada convirtiendo al evento en uno de los de mayor convocatoria en la historia del Perú, lo cual es un paso definitivo para la preservación de la vida y las libertades de las mujeres, solo espero que esto no sea aprovechado por aquellas o aquellos, que dejando de lado sus convicciones o sin saber por qué están allí, buscan facturar para su rédito personal.
 
 
 

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