Pienso
ir a esta gran movilización en rechazo a la violencia contra la mujer acompañando
a mi esposa e hija, pienso ir en defensa de aquellas mujeres de la costa, sierra
y selva que se sienten burladas por un Poder Judicial inactivo y corrupto, por
aquellas que buscan justicia donde no la hay, por aquellas que no encuentran un
real respaldo y protección sea del Gobierno o de sus propias familias, por
aquellas que callan al saberse solas y sin apoyo de nadie, por aquellas que al
ser humildes y de escasos recursos tienen miedo de denunciar a sus cobardes
agresores sabiendo que no serán escuchadas en un país retrograda y machista.
Pienso
ir también por aquellas que tienen los pantalones y ovarios para salir adelante
por si solas, por aquellas que cargan uno, dos o tres hijos, y que miran con
optimismo su futuro, por aquellas independientes y con voz de mando que no se
amilanan ante las pocas posibilidades de surgir, por aquellas que dejan en alto
el nombre del Perú, por aquellas que se han sacado la mugre para lograr un reconocimiento
que las iguale con sus pares hombres, por las abuelas, madres, hermanas, tías
que nos cuidan y protegen así tengamos más de 30 años, por mi esposa y mi hija.
Sin
embargo, las dudas me asaltan cuando veo que esta manifestación podría verse
empañada por tanta farandulera que a días del evento empieza a salir en cuanto
podrido programa de espectáculo, señalando que también han sido agredidas por
sus parejitas, también mediáticas, que curioso que ad portas de esta loable
marcha las Kume, las Baigorria, las Klug y demás suertudas de pantalla se
victimicen sosteniendo que fueron agredidas por los mismos patanes que hasta hace
unas semanas eran sus príncipes azules y orondas se paseaban de set en set prodigándose amor. Pues teniendo los medios necesarios y
la gran cantidad de prensa basura que atraen, pudieron cortar con estos patanes
de anabólicos a la primera agresión que sufrieran. Las lágrimas y quejas de
estás guerreras y combatientes me dejan un tufillo a aprovechamiento para
seguir facturando, pues eso es lo que le gusta a la gente y de seguro estarán
en primera fila con su caritas compungidas y creyéndose las mártires de la caja
boba, convirtiendo esta loable marcha en un espectáculo circense.
Por
ello, aplaudo la labor de todas aquellas mujeres que se han unido a este
movimiento por el simple hecho de buscar justicia, en un país donde se cometen sesenta
feminicidios al mes y donde el 40% ha sufrido violencia física o sexual a
manos de su pareja, convirtiendo al Perú en el tercer país latinoamericano con
mayor cantidad de casos, superado solo por México y Colombia. Hasta el momento son
más de 50 mil personas las que han asegurado su presencia en la marcha y la
participación de instituciones públicas y privadas también ha sido confirmada
convirtiendo al evento en uno de los de mayor convocatoria en la historia del
Perú, lo cual es un paso definitivo para la preservación de la vida y las
libertades de las mujeres, solo espero que esto no sea aprovechado por aquellas
o aquellos, que dejando de lado sus convicciones o sin saber por qué están
allí, buscan facturar para su rédito personal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario