martes, 22 de abril de 2014

JAMES ELLROY O LA NOVELA NEGRA EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN


El actual surgimiento de la novela policial con ese toque noir -género negro tan representativo de los años 40 y 50 del siglo XX-, le debe en gran medida a la creatividad e inspiración de un díscolo escritor que comenzó su periplo literario tardíamente pero que, sin duda, lo ha llevado a convertirse en uno de los principales novelistas de culto de las últimas décadas.

Nos referimos a James Ellroy (Los Ángeles, EEUU, 1948), quien luego de una vida azarosa y complicada, empezó a la edad de treinta años a desentrañar sus fantasmas del pasado gracias a la escritura, quizás la única buena actividad que había aprendido y con la cual, como él dijo alguna vez, lo apartó del flirteo que tenía con la enfermedad mental.

Pues la vida de Ellroy es por sí sola una novela. Nacido en un suburbio de L.A., donde las peleas entre pandillas latinas y la policía, el tráfico de drogas y la prostitución adornaban el paisaje diario. El pequeño James vivió la violencia familiar a temprana edad, su madre era una enfermera con serios problemas con el alcohol y su padre, un contador venido a menos que desfogaba sus diarios ataques de ira en la figura de su mujer.

Por ello, cuando Jean Hilliker Ellroy logró la custodia de su hijo, luego de divorciarse; se mudo a El Monte, un barrio deprimente en las afueras de California. Sin embargo, lo peor estaría por venir cuando una mañana de 1958 el cuerpo de la señora Ellroy es encontrado en un paraje cercano a su casa con signos de haber sido estrangulada. El crimen nunca fue resuelto y el asesino jamás encontrado.

El recuerdo de su madre y la impotencia de no hallar a los culpables llevarían al adolescente James a involucrarse con las drogas y el alcohol, además de ser un ladrón de poca monta y un pervertido sexual que expiaba a las mujeres, introduciéndose en casas para robar comida y ropa interior femenina, razón por la cual pasó un tiempo en prisión.

No obstante, en el trascurso de esos tumultuosos años, Ellroy se convertiría en un ávido lector de novelas policíacas, siendo una de sus favoritas La Credencial: Una historia de Los Ángeles de Jack Webb. Los relatos de ese libro, despertaron en él la fascinación y la obsesión por las historias escabrosas, principalmente por la detallada narración del horrible crimen, cometido en 1947, de una aspirante a actriz llamada Elizabeth Short, a quien los cronistas de esa época llamaron: ‘La dalia negra’.

Identificado con este homicidio, Ellroy escribiría en 1985 el libro que lo llevaría a convertirse en una repentina celebridad de las letras. El título de la obra sería el mismo apodo de la desdicha chica, en un intento explícito de combinar el crimen no resuelto de su madre con el famoso caso que tanto lo sedujo en su juventud. En este se mezclaban paralelamente acontecimientos verdaderos con hechos ficticios y sería el primer éxito del hasta entonces poco conocido escritor.

Años antes y ya recuperado de sus vicios, escribiría, mientras trabajaba como caddy en un club de golf, su ópera prima Réquiem por Brown, que recreaba su propia vida. Pero es con el cuarteto realizado a su ciudad natal: comenzando con La Dalia Negra y siguiendo con El gran desierto, L.A. Confidencial y Jazz Blanco, los cuales comprenden una oscura, bizarra y obsesiva historia de Los Ángeles de mitad de siglo; lo que lo llevaría a convertirse en un autor de culto y ser considerado, en Europa, casi un semidiós cultural del genero noir.

Otra de sus obras cumbres sería Tabloide Americano, calificada en 1995 por la revista Times como novela del año.

Gracias a su narrativa telegráfica, aprovechando la dureza y fuerza que pone en sus frases, cortantes y ambiguas, James Ellroy se ha convertido en uno de los grandes escritores norteamericanos de estos tiempos. Algunos de sus libros han sido adaptados al cine y ya nada queda del procaz y vicioso joven que alguna vez fue. Hoy millonario y viviendo de las regalías de sus obras en su rancho de Kansas City, se puede decir que venció a la oscuridad con el talento innato de escribir.
 

Foto 1: James Ellroy, tal como luce actualmente.

Foto 2: La noticia de la muerte de su madre (al margen izquierdo) acaparó titulares de la época.

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